Los beneficios de la música durante la etapa infantil
El contacto con la música o con un instrumento musical desde edades muy tempranas favorece el desarrollo de su actividad cerebral, a la vez que fomenta su creatividad e imaginación, ya que es el estímulo que más partes del cerebro activa.
Incluso, diversos estudios han demostrado que la música en la escuela mejora el aprendizaje de diversas asignaturas como lengua, lectura o matemáticas. La música tiene una estrecha relación con los altos desempeños académicos, y además es una actividad que les encanta.
Por ello, en el Colegio introducimos la música en la educación de nuestros alumnos desde infantil. La música es un elemento fundamental en esta primera etapa del sistema educativo.
Y es que los beneficios de la música en los niños son extensos y variados; repasemos algunos de estos beneficios:
- Los estímulos sensoriales que el niño recibe a través de la música contribuyen al desarrollo de la inteligencia, ya que genera gran cantidad de actividad neuronal, y de importantes destrezas multimodales. De hecho, la práctica de un instrumento musical antes de los 7 años tiene efectos muy positivos en el cerebro del niño. Estimula su inteligencia al mejorar la habilidad para resolver problemas matemáticos y de razonamiento complejos. Por ejemplo, comprender las notas en una partitura activa la zona del cerebro relacionada con las operaciones matemáticas.
- Le ayuda en el desarrollo de habilidades, como la comunicación, el trabajo en equipo o la autoestima, tan importantes para su crecimiento.
- Satisface algunas necesidades primarias como el descubrimiento de los sonidos.
- Mejora su memoria y la concentración. Un niño con una formación musical constante tiende a memorizar más fácilmente.
- Incrementa la creatividad del niño al estimular el área derecha del cerebro.
- Refuerzo del lenguaje. Las letras de las canciones aportan palabras y sonidos para que el niño pueda ampliar su vocabulario. Desarrollará esa comprensión de forma muy sencilla y divertida.
- Puede mejorar la motricidad fina. Los niños que tienen contacto con instrumentos musicales pueden mejorar sus habilidades motrices.
- Aumenta su sociabilidad. A través de la música, interactúan con otros niños y con adultos.
- Control y expresión emocional. La música les ayuda a gestionar sus emociones y les brinda un medio de expresión de cualquier sentimiento. incluso con la música, la expresión corporal del niño se ve más estimulada.
- Aumento de la autoestima, por la satisfacción que le produce el ser capaz de interpretarla o de tocar un instrumento. El progreso continuo que deriva del estudio y de la práctica y la posibilidad de compartir la música con otras personas, favorece la confianza en uno mismo, además de facilitar la relación con los demás.
- Además, al percibir mejoras con el tiempo de dedicación, los estudiantes sienten motivación, ganas de superarse y comprueban de primera mano el valor del trabajo hecho poco a poco.
- La música establece rutinas. Favorece la fuerza de voluntad, la constancia y la disciplina, imprescindibles para establecer y seguir rutinas de estudio.
- Alivia su estrés, les relaja y por lo tanto ¡les hace sentirse más felices!
En definitiva, la música estimula el desarrollo integral del niño, al actuar sobre todas las áreas del desarrollo.