¿Qué diferencia al CEU Jesús María Alicante de otros colegios?
El reto del Colegio CEU Jesús María Alicante reside en dotar a nuestros alumnos de habilidades, conocimientos y estrategias que les permitan abordar con éxito los desafíos del futuro. ¿Qué diferencia al Colegio de otros centros? Lo resumimos en estos puntos clave:
- Educación integral y de excelencia desde la perspectiva del humanismo cristiano: es importante orientar al alumno para que construya su propio aprendizaje y adquiera la suficiente madurez intelectual que le permita acudir a las fuentes del conocimiento, despertar y cultivar en ellos el espíritu crítico, la creatividad, la sensibilidad estética, formarles en la libertad y para la libertad, educarlos en el amor, la búsqueda y la defensa de la Verdad.
- Mentalidad internacional, educados como ciudadanos del mundo, con gran apertura de miras. El colegio se distingue por su visión internacional.
Es decir, ponemos los idiomas al servicio del fin, no los convertimos en un fin. Eso exige que el aprendizaje de idiomas esté directamente relacionado con el contacto cultural del resto de los países. Y que el idioma se utilice de una manera vehicular y no como un aprendizaje puramente teórico.
- Nuestra metodología busca no solo el aprendizaje de conocimientos, sino también el de habilidades y actitudes, centrado en el alumno, en el desarrollo de competencias y de su inteligencia emocional desde Educación Infantil hasta Bachillerato.
- Se trabaja especialmente el acompañamiento del alumno a lo largo de todo su proceso de aprendizaje, para lo cual el centro cuenta con programas de atención a la diversidad, educación inclusiva, orientación psicopedagógica individualizada, un programa de prevención del acoso escolar, plan de orientación académica y profesional, clases de refuerzo o actividades de voluntariado.
- Otro aspecto diferencial del colegio es el programa Líderes con corazón. Desde infantil, se trabaja el desarrollo competencial, el pensamiento crítico y creativo, el crecimiento y control emocional a edades tempranas, la psicomotricidad, la oratoria desde tres años o las competencias STEAM.
- Y, como punto de partida, por supuesto, nuestra identidad. Eso es lo que no podemos perder.
Tenemos que tener muy claro cuáles son nuestras anclas, y en nuestras anclas está la forma en que miramos a las personas.
Miramos a las personas como entes pensantes, son entes transformadores, actúan sobre la sociedad, sobre su entorno, y además esa mirada y esa transformación es una mirada fundamentalmente ética, dirigida hacia el bien. Y por último y quizá más importante, tenemos una mirada trascendente hacia las personas, o lo que es lo mismo: somos católicos que miramos a la realidad como católicos.
Desde esta perspectiva y desde esta visión del ser humano, nos damos cuenta de que nuestro objetivo, el influir positivamente en la transformación de la sociedad a través de la educación, “se queda cojo en los modelos tradicionales”. Esos modelos que ponen el énfasis en los aspectos relacionados con el conocimiento, con el saber, y también con el ser, con la construcción de la persona, pero hoy son dos soportes insuficientes en la construcción completa de la identidad personal. Nos falta un elemento importante que es el que tiene que ver con los aspectos competenciales, todo aquello que tiene que ver con el hacer, el dar sentido a nuestro conocimiento a través de la acción y por medio de lo que yo soy. Los aspectos competenciales, el pensamiento crítico y creativo y el desarrollo emocional son esenciales.
- Es un modelo que enriquece la actividad del aula porque convierte al alumno en un elemento activo en el proceso del aprendizaje, lo cual es importantísimo, no es un elemento pasivo que escucha y memoriza, sino que participa de forma activa en todo su proceso.
- Por otro lado, incorpora un modelo de relación con los otros a través de metodologías de aprendizaje cooperativo, de respeto, de generar equipo, de orientarse hacia un objetivo común, cada uno desde sus habilidades concretas y además termina siempre en un proceso de exposición, en un producto. Lo que genera, por tanto, es todo un proceso en el que investigo, reflexiono, debato, acuerdo y genero un producto final.
En el Colegio CEU Jesús María Alicante hacemos nuestra una imagen del Papa Francisco que habla de corazón, cabeza y manos al referirse a la educación. El corazón son sus principios, el espíritu fundacional y los valores que impulsan el proyecto educativo. No pueden quedar en una pura entelequia, deben conformar toda la actividad escolar del centro. La cabeza es la definición pedagógica y su concreción didáctica. No pude ser un mero coctel comprado al peso en el supermercado de la innovación, de ser así tendríamos un colegio sin corazón. Debe ser fruto de una reflexión profunda, valorando todas la opciones que nos ofrece la pedagógica y la didáctica para seleccionar aquellas que mejor nos permiten alcanzar nuestros objetivos y cumplir los principios fundacionales. Las manos son las acciones, los proyectos concretos, la concreción formal, trasversal y vertical, del proyecto para alcanzar los objetivos específicos.