El Padre Ayala, un visionario que cambió la educación para siempre
El reverendo padre Ángel Ayala y Alarcó S.J. fue un educador innovador que fundó la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP), organización promotora de la Fundación CEU. Nacido en Ciudad Real el 1 de marzo de 1867 en el seno de una acomodada familia manchega, oriunda de la provincia de Alicante, fue el tercero de once hermanos.
Tras cursar bachillerato en el Colegio de Santo Domingo de Orihuela de la Compañía de Jesús, estudió Derecho y Filosofía y Letras en las Universidades de Salamanca y Deusto. Terminada su formación académica, ingresó en 1892 en el Noviciado de San Jerónimo (Murcia) de la Compañía de Jesús, donde estudió Humanidades, Retórica, Filosofía y Teología. Hizo los votos del bienio en Granada en octubre de 1894, fue ordenado sacerdote en Sevilla en 1903 e hizo los tres votos en Chamartín de la Rosa en febrero de 1906.
Su primer destino fue en la Congregación mariana de los Luises de Madrid, con algunos de los cuales fundó en 1908 la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP). Fue Superior de la residencia de la calle de Zorrilla entre los años 1907 y 1908 y rector del Instituto Católico de Artes e Industrias (ICAI) desde ese año hasta 1911.Es trasladado a Ciudad Real donde funda el Seminario Menor de San Ignacio de Loyola, al frente del cual permanece hasta que en 1918 vuelve a ser nombrado Rector de ICAI y del Colegio de Areneros. De 1922 a 1927 ejerce como maestro de novicios en Granada y Aranjuez. En 1927 dirige la revista Estrella del Mar y es secretario del Padre Provincial y un año después retorna como superior a la residencia de la calle de Zorrilla, en Madrid.
Disuelta la Compañía de Jesús por el Gobierno de la República, actúa como Viceprovincial, sigue a hurtadillas con los Luises y durante los meses previos a la Guerra Civil está a cargo de la residencia-refugio denominada Coetus III. Cuando comienza el conflicto armado la prensa anuncia a bombo y platillo su detención, pero lo cierto es que consigue ocultarse en distintos domicilios de las calles de San Agustín y de Manuel Longoria, en la capital de España, hasta que consigue desplazarse hasta Daimiel (Ciudad Real) donde le acoge una familia amiga y, posteriormente, se oculta en un asilo de las Hermanitas de los Pobres de la calle de Almagro, en Madrid, hasta que concluye la contienda.
De 1939 a 1945 es padre espiritual del Colegio de Areneros y crea las Escuelas Profesionales Labor. Fallece el 20 de febrero de 1960 en Madrid, aunque sus restos reposan junto a los de sus padres en la parroquia de San Ignacio de Ciudad Real.